Fumika trabaja como enfermera. Evitaba ser acosado sexualmente por los pacientes con una sonrisa y cumplía con sus deberes todos los días. Un día, uno de los pacientes hospitalizados la engañó para que bebiera un potente afrodisíaco producido en el extranjero, ¡provocando un accidente! ! Empecé a preocuparme por la zona de la entrepierna de un paciente masculino que normalmente nunca veo con ojos sexuales. Mientras patrullaba en medio de la noche, toqué en secreto la polla de un paciente y me quedé allí toda la noche. Se quita la ropa de enfermera, expone sus senos y cae en una herramienta de procesamiento sexual para pacientes que aceptan esperma e inyecciones vaginales.